ABSTRACTO:
Desde el momento mismo en que se adquiere un bien, éste empieza a
perder valor. Esta pérdida de valor es conocida como depreciación. Los
inmuebles, la maquinaria y equipo de las empresas, conocidos como activos
fijos, son bienes que al ser adquiridos y utilizados para sus operaciones, ya
sea para la producción de artículos o prestación de servicios, sufren
deterioros y su calidad en la eficiencia se ve mermada cada día más, en
finanzas se le llama depreciación. El proceso de depreciación permite
distribuir el costo en períodos contables que se benefician con el uso del
activo.
La depreciación se define como la pérdida de valor que sufren los
activos fijos haciendo que su vida útil resulte limitada. La vida útil se
determina con base en la experiencia y es determinada por expertos en el tema.
Las causas de la depreciación fundamentalmente son dos: físicas y funcionales.
Las causas físicas se refieren al desgaste producido por el uso o a la acción
de los elementos naturales. Por ejemplo, la maquinaria se desgasta por el uso,
en cambio los edificios sufren la acción de los elementos naturales al estar
expuestos a la intemperie. Algunos activos se desgastan por una combinación de
ambos, por ejemplo, los automóviles. Las causas físicas son las que predominan
en la depreciación de la mayor parte de los activos fijos. Las causas
funcionales se presentan por obsolescencia o por insuficiencia. La
obsolescencia se presenta cuando el activo fijo se retira, no porque se haya
desgastado, sino porque resulta anticuado debido a nuevas invenciones, mejoras
técnicas, etcétera.
El factor efectivo de
depreciación es aquél que actúa primero para acabar la vida útil del activo.
Así, si una máquina podría durar 10 años antes de desgastarse, pero que será
anticuada en 5 años, se toma como factor efectivo de depreciación la
obsolescencia y el periodo de 5 años es el que deberá usarse para los cálculos.
Al terminar la vida útil
de un activo fijo éste se reemplaza, invirtiendo en ello cierta cantidad de dinero llamada costo de
reemplazo. Para llevar a cabo el reemplazo de los activos es necesario crear un
fondo para contar con los recursos necesarios para reemplazar dicho activo.
Este fondo, llamado fondo de reserva para depreciación, se forma separando
periódicamente cierta suma de dinero de las utilidades de la empresa.
El costo original de un activo menos la depreciación acumulada a
una fecha determinada se llamada valor en libros y representa el valor que aún
tiene el bien en los registros contables de la empresa. Por ejemplo, al final
del primer año, el valor en libros de un activo fijo es igual al costo original
menos la depreciación de ese año. El valor en libros no tiene relación alguna
con el valor de mercado.
∗ Activos fijos son los bienes
sujetos al desgaste, a las descomposturas y a los cambios en la tecnología.
Ejemplos de activos fijos son: edificios, maquinaria, equipo de cómputo,
mobiliario de oficina, etcétera.
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